miércoles, 20 de junio de 2012

España es víctima del caos económico de Europa

Angus Deaton (Edimburgo, 1945) es un economista investigador de la pobreza y ha contribuido de una manera fundamental a la teoría del consumo y el ahorro, así como a la medición del bienestar económico. Sin embargo, al catedrático de la Universidad de Princeton no le tiembla la voz al asegurar que "España es una víctima del caos económico que se vive en la Unión Europea (UE). Ésta es una crisis creada en Europa. La solución a todos los problemas que atraviesa el Viejo Continente no puede venir exclusivamente de España. La UE debe dar un paso adelante y tratar de encontrar una solución conjunta".
Deaton, que mañana recibirá el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, está convencido de que España, por mucho esfuerzos que haga no podrá solucionar sus problemas de manera individual.
"España se mueve en el entorno europeo, con las obligaciones que esto implica, lo que imposibilita al país llevar a cabo los cambios e inversiones necesarios para acabar con una lacra como el paro", comenta. En relación al futuro de nuestro país dentro de la eurozona, Deaton está convencido de que España no saldrá. "Es posible imaginar un euro sin Grecia, pero esta misma situación sería inimaginable sin España o Italia. Si esto sucediera, el resto se derrumbaría. Si la moneda única se rompe, la crisis que atravesamos ahora sería casi una broma y Europa podría vivir una gran depresión".
El catedrático de Princeton tampoco es amigo de la austeridad que la UE está imponiendo. "La austeridad no es la respuesta a la crisis económica. Llevamos cuatro años viendo como países como Italia, Irlanda, Grecia o España se aprietan el cinturón y lo único que hemos conseguido, en la mayor parte de los casos, es empeorar la situación. Esta línea de actuación sólo tiene un efecto temporal. Los estados miembros deberían llegar a un acuerdo para rebajar la austeridad e incrementar la inversión. De esta manera, los problemas serían menos importantes. Europa debe seguir apostando por la educación, la sanidad pública y en mantener sus infraestructuras", explica Deaton.
El escocés cree que las soluciones que se manejan actualmente tendrán un efecto temporal y que algunas pueden tener un precio muy alto que, quizá, los países europeos no estén dispuesto a pagar.
"El euro tiene un problema estructural que no va a desaparecer por muchos esfuerzos económicos que se hagan. Lo único que se puede plantear ahora es la unión fiscal europea, lo que llevaría a la creación de un gobierno europeo. Esto provocaría una pérdida democrática –menos control de los asuntos internos–y nunca resolvería el problema del desempleo. Así que es una solución, pero, ¿la queremos realmente?".
Para Angus Deaton, la salida de la crisis será muy lenta, pero mantiene el optimismo y piensa que muy pronto esta complicada época será sólo un episodio histórico más.
El catedrático, especializado en la medición de niveles de pobreza y bienestar, está convencido de que esta crisis está teniendo un duro efecto sobre los ciudadanos de los países periféricos y que muchos gobiernos se están equivocando en su política de recortes.
"Los países del sur de Europa notarán, si no lo han hecho ya, un importante cambio en los estándares locales de riqueza y pobreza. Frente a esto, las administraciones nacionales no deberían empeorar la situación rebajando la inversión en sanidad pública, por ejemplo. Existe una relación directa entre una mejor sanidad pública y más desarrollo. Una población saludable y sana trabaja más y obtiene más ingresos. Mientras que, en todo el mundo, los discapacitados o enfermos tienen los ingresos más bajos. Mantener una sanidad pública es un bien indispensable para facilitar el crecimiento económico, algo que no todos los gobiernos entienden", concluye.

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