El nuevo paquete de ajuste no se implementaría de golpe. Tendría un recorrido de varios años, pero las primeras medidas podrían anunciarse la próxima semana, coincidiendo con la presumible confirmación por parte de Bruselas de una relajación del calendario para cumplir con los objetivos de déficit.
El Eurogrupo decide el próximo día 9 si concede a España un año más para llegar al 3% del déficit. Ese mismo día, por tanto, podrían conocerse los nuevos recortes del Ejecutivo para llegar a un déficit del 5,3% del PIB este año.
La segunda parte del ajuste llegaría después del verano, e iría acompañada de una proyección de los Presupuestos Generales para los próximos años, con los correspondientes previsiones de ingresos y gastos. "El objetivo es lograr una reducción del 3% del PIB", según fuentes cercanas al Gobierno citadas por Reuters.
Según datos oficiales, el déficit del Estado central ha alcanzado al 3,41% del PIB, en los cinco primeros meses del año. Una cifra que bordea el objetivo de desequilibrio fiscal para todo el año, establecido en el 3,5% del PIB.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ya adelantó ayer desde Berlín la inminencia de un "paquete de restricciones presupuestarias muy severo".
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